El ojo en un
sistema óptico que en condiciones normales, permite a las imágenes formarse sobre
la retina. Cada ojo tiene cierta potencia óptica, llamada poder de refracción.
Los defectos de refracción son anomalías de este poder refractivo, que hacen
que la imagen no se proyecte con nitidez sobre la retina
Los defectos de
refracción generalmente son constitucionales (congénitos), aunque en algunos
casos pueden ser secundarios (o adquiridos). Cuando los defectos de refracción
son constitucionales, se les denomina ametropías.
ametropías son
todas aquellas situaciones en las que, por mal funcionamiento óptico, el ojo no
es capaz de proporcionar una buena imagen.
Las ametropías son
la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Son la causa más frecuente de
consulta en oftalmología.
Alguno de los
defectos de refracción afectaran tarde o temprano a lo largo de la vida, por lo que es
importante saber cómo se corrigen y cuáles son las indicaciones específicas en
cada caso particular. En cualquier caso, son los oftalmólogos y los
optometristas los profesionales que poseen los conocimientos y las técnicas
para darnos una solución a los problemas refractivos de visión, y son ellos
quien deben aconsejarnos sobre la forma más adecuada de solucionarlos.
Las ametropías no
corregidas son causa de cefalea = dolor
de cabeza, mareo, nausea y en ocasiones
vómito.
Se cree que el 80% de la población en México tiene algún tipo
de Ametropía, por lo que requieren
algún tipo de anteojo para
corregir esta ametropía.
¿Puede la miopía
ser un signo de otra enfermedad del ojo?
En algunas
ametropías muy importantes, se puede observar con mayor frecuencia la presencia
de enfermedades del ojo como glaucoma, cataratas o enfermedades de la retina.
En las personas
adultas, en ciertas enfermedades generales (diabetes) o del ojo (cataratas,
edema de la retina...), pueden aparecer modificaciones visuales ligadas a una
ametropía adquirida.
El ojo en un
sistema óptico que en condiciones normales, permite a las imágenes formarse sobre
la retina. Cada ojo tiene cierta potencia óptica, llamada poder de refracción.
Los defectos de refracción son anomalías de este poder refractivo, que hacen
que la imagen no se proyecte con nitidez sobre la retina
Los defectos de
refracción generalmente son constitucionales (congénitos), aunque en algunos
casos pueden ser secundarios (o adquiridos). Cuando los defectos de refracción
son constitucionales, se les denomina ametropías.
ametropías son
todas aquellas situaciones en las que, por mal funcionamiento óptico, el ojo no
es capaz de proporcionar una buena imagen.
Las ametropías son
la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Son la causa más frecuente de
consulta en oftalmología.
Alguno de los
defectos de refracción afectaran tarde o temprano a lo largo de la vida, por lo que es
importante saber cómo se corrigen y cuáles son las indicaciones específicas en
cada caso particular. En cualquier caso, son los oftalmólogos y los
optometristas los profesionales que poseen los conocimientos y las técnicas
para darnos una solución a los problemas refractivos de visión, y son ellos
quien deben aconsejarnos sobre la forma más adecuada de solucionarlos.
Las ametropías no
corregidas son causa de cefalea = dolor
de cabeza, mareo, nausea y en ocasiones
vómito.
Se cree que el 80% de la población en México tiene algún tipo
de Ametropía, por lo que requieren
algún tipo de anteojo para
corregir esta ametropía.
¿Puede la miopía
ser un signo de otra enfermedad del ojo?
En algunas
ametropías muy importantes, se puede observar con mayor frecuencia la presencia
de enfermedades del ojo como glaucoma, cataratas o enfermedades de la retina.
En las personas
adultas, en ciertas enfermedades generales (diabetes) o del ojo (cataratas,
edema de la retina...), pueden aparecer modificaciones visuales ligadas a una
ametropía adquirida.
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